Rio marrón del norte. De ese norte originario, milenario. Catamarca. Pieles morochas, con dialectos originarios que vienen de los Aymara o Quechuas.
Norte saqueado, explotado que vomita a sus habitantes a las periféricas cárceles de lata de 2 x 2, que arden en verano, en la villas y el conurbano. Maltratados y perseguidos por otros, que por estar apenas un escalón arriba de la miseria, creen que asesinando van a pertenecer al grupo selecto de la Buenos Aires Top. Un asesino y xenófobo es un terrorista. Es un loco. Esos que avalan la xenofobia y la muerte son almas en pena, que no se dan cuenta que los pueblos originarios tienen derecho a vivir felices. Son almas penosas que viven en el sur de la ciudad, totalmente abandonada creyendo en un espejismo que no existe. Nunca Villa Soldati será Palermo Soho, aunque se esfuerzen en votar al vacío y facista de turno, que no piensa ni cree que la gente en el sur deba vivir dignamente. Ese parque lo demuetra. Abandonado, lleno de basura ratas y escombro... Al sur solo les envía barras bravas y tiros. Esos que están emparentados con el sindicato de la ciudad de buenos aires y con el siniestro Duhalde. Eso que él decía que era la vieja política. Este tipo está podrido, viciado y no le importa la muerte. Le importa si puede hacer negocio con la basura... Así será su alma...
